En calidad de adolescente del siglo XXI en un país tan polarizado como Colombia es casi inevitable cuestionarse sobre la que parece una infinita fragmentación en nosotros mismos como comunidad. Pues, aparentemente, se ha ido acrecentando un sentimiento de rivalidad en distintos factores y ámbitos que quebrantan sin tregua alguna la unidad, desde grupos tan pequeños como la familia hasta regiones enteras que llevan al radicalismo ideales adversos que muchas veces el pueblo (principal afectado en estas materias) no acaba de comprender.Intentando abarcar el tema de una manera mas filosófica y cultural evadiendo la susceptibilidad política para no crear más discordia, el proyecto se enfocó hacia las siguientes preguntas y sus respuestas a modo retórico: ¿Esa idea de rivalidades es propia del individuo o su contexto la genera? ¿Cómo llegamos al extremo radical? ¿La polarización de los colombianos es una patología ajena al extranjero o éste también afecta? ¿Es algo irreversible?.